La historia comienza un delegado de una multinacional austriaca en Barcelona no tiene nada mejor que hacer que insultar y falta al respecto a dos trabajadores de la empresa al llamarles "enfermos", simplemente porque su orientación sexual es diferente a la establecida, en este caso homosexuales.
La forma en que descubrió este personaje que los trabajadores eran homosexuales puede ser denunciada ante los tribunales al espiar el correo electrónico de los trabajadores sin consentimiento ni autorización judicial ni advertencia previa de que el correo electrónico podía ser revisado y descubrir los mensajes que entre dos ellos se están enviando.
Este personaje comunica sus descubrimientos a sus jefes en Austria mediante un correo electrónico donde los llama "enfermos", solicitándoles que se les despida de la empresa con el menor coste posible para la misma. Sus jefes en Austria le autorizan al despido de dichos trabajadores.
Como no podía ser de otra manera los trabajadores despedidos presentan una demanda ante el Juzgado de lo Social y otra por injurias y revelación de secretos que en un primer instante es desestimada, incomprensiblemente, pero que la Audiencia Provincial de Barcelona ordena posteriormente reabrir y que esperemos termine por una lado con la indemnización pro despido improcedente y otra con la condena judicial del sujeto que utilizó la palabra "enfermos" en la cárcel.
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Vía | Equipoytalento
Imagen | Lifetyme
